Usted entra a un bar y pide al camarero que le sirva un
café, se lo toma y, a la hora de pagar, no paga uno, sino dos. Al rato, llega al
local una persona sin recursos y pregunta: ¿Hay algún café para mí? El
camarero le servirá el café que usted dejó pagado.
La idea nació en Italia en 2010, con la Rete del Caffé
Sospeso, una red cultural que se dedica, entre otras muchas iniciativas,
a repartir desayunos cada 10 de
diciembre (Día Internacional de los Derechos Humanos), y acaba de llegar a
España. El proyecto solidario Cafés
Pendientes, al que ya se han acogido cerca de 57 establecimientos, invita a realizar esta acción solidaria. Los
establecimientos que deseen participar en el proyecto tendrán que imprimir un
distintivo que identifique que se adhieren en la campaña. Aunque para
hacerlo no hace falta ponerse en contacto con la web que promociona esta
iniciativa, el creador, Gonzalo Sapiña, aconseja hacerlo para incorporarlos al
mapa que está creando de todos los negocios participantes.
Más información: Cafés pendientes
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