Las minas antipersona: una herramienta militar necesaria

En los cinco últimos años, 116 Estados han destruido todas sus minas terrestres y 141 Estados han firmado la Convención para su prohibición total. Pero entre ellos no están países como EEUU, Cuba, China, Rusia, India o Pakistán.

El Gobierno estadounidense ha anunciado que, en el futuro, no prescindirá de las minas antipersona, ya que son "una herramienta militar necesaria". En vez de ello, se compromete, a partir de 2010, a utilizar sólo minas terrestres de duración limitada. El portavoz del Comité Internacional de la Cruz Roja, Eros Bosisio, manifestó esta semana su pesar por la decisión estadounidense y dejó claro que “la prohibición total por la Convención es la única respuesta eficaz a esta plaga".

El drama que ha supuesto las minas terrestres se debe a que su objetivo es totalmente arbitrario, por lo que el término “antipersona” constituye un eufemismo. Así, se activan por la presión de un peso muy ligero, es decir, casi siempre niños, y pueden permanecer activas más de 50 años. Según los datos publicados en la web de la La Campaña Internacional para la Prohibición de las Minas Terrestres (ICBL)-que obtuvo el Premio Nobel de la Paz en 1997-, colocar una mina puede costar 1,8 euros, pero desactivarla puede llegar a 718 euros.

También hay que prestar atención al negocio que se esconde detrás de las minas terrestres. Frecuentemente, las empresas constructoras de minas también ofrecen el servicio de desminado. Los principales países productores de minas son EEUU, China, Rusia, Israel, Pakistán, Sudáfrica, Corea del Norte y Corea del Sur. Los países más afectados son, según la ICBL, Camboya (10 millones de minas; uno de cada 236 ciudadanos está mutilado), Angola (9 millones de minas; uno de cada 470 habitantes está mutilado) Bosnia-Herzegovina, Afganistán, El Salvador, Nicaragua, Colombia, Sudán, Mozambique, Somalia e Irak.


Campaña Internacional para la Prohibición de las Minas Terrestres