Los penanes viven en las selvas de Sarawak, en la parte malasia de la isla de Bormeo. De tradición nómada, muchos de los entre 10.000 y 12.000 penanes viven ahora en comunidades establecidas, pero su existencia sigue dependiendo de la selva. El gobierno del estado de Sarawak no reconoce los derechos de este pueblo sobre su tierra. Como resultado, las empresas madereras, que cuentan con el respaldo gubernamental, han estado destruyendo sus selvas durante más de dos décadas.
Los penanes han visto desaparecer sus selvas y ahora tienen serias dificultades para encontrar alimento. Llevan más de veinte años de lucha para combatir la destrucción de su selva, pero su vida peligra, amenazados como están por empresas madereras, plantaciones de palma de aceite y presas hidroeléctricas.
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