En 1980 la industria discográfica británica realizó una campaña antipiratería con el slogan “Home Taping Is Killing Music“. 30 años más tarde la música está más viva que nunca y lo que está muriendo es la industria, que reclama el ‘lucro cesante’ de un negocio de intermediación descaradamente obsoleto. Hay que meterse en la cabeza: Compartir no es delito. Descargar no es delito. Copiar no es robar. La industria quiere meterte miedo. ¿Cómo podemos ejercer nuestros derechos? Comparte, descarga y copia la siguiente lista de recursos culturales.
Esta lista es una respuesta natural al recorte de derechos de la nueva ley SINDE, futura SOPA y similares y a la falta de ofertas justas de contenidos culturales accesibles; a una necesaria purga de intermediarios, comisionistas y parásitos del negocio anticuado que no han sabido adaptarse a las nuevas tecnologías para mantener su nicho, y que impiden un consumo responsable sin sentirse estafado y una justa contraprestación al que verdaderamente se lo merece; el autor de las obras.
El ‘todo gratis’ sigue siendo la falacia de los que quieren controlar la industria y criminalizar siempre a los consumidores. El acceso libre y responsable a contenidos gratuitos es solo el camino espontáneo para promocionar los mismos y, más tarde, poder premiar responsablemente a sus autores comprando, regalando o recomendando sus trabajos. Durante años se ha estado pagando siempre a ciegas. Ahora hay mecanismos legítimos para hacerlo de una manera más natural y coherente. Nadie en su sano juicio puede defender la sostenibilidad de la cultura con gratuidad de los contenidos, pero el derecho del autor a vivir de su obra es tan importante como el acceso universal a la misma.
*Fuente: Kurioso
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