Casa Caridad de Valencia


No es una región africana, ni una zona del Tercer Mundo, es Valencia (España), donde cada día crece el número de personas al borde de la exclusión social. Las instalaciones de la Casa Caridad se llenan a diario de gente que vive en condiciones precarias según se desprende del “VIII Informe sobre la Pobreza en Valencia” elaborado desde el Departamento de Trabajo Social de la institución. Familias con niños, para las que la Asociación ha puesto en marcha nuevos comedores sociales, han aumentado su presencia en un 32% respecto a 2012. En su inmensa mayoría son familias extranjeras, establecidas desde hace años en nuestro país y que cobran alguna prestación mínima o carecen de ingresos. Otro colectivo afectado es el de los ciudadanos españoles, que se ha incrementado en un 9%, siendo los valencianos quienes más han aumentado su presencia, con un incremento del 30%. Este aumento de valencianos y españoles es paralelo al descenso del número de extranjeros: un 27% menos de usuarios inmigrantes hizo uso el pasado año de los servicios de Casa Caridad debido principalmente al retorno a su país y a la mayor movilidad de este colectivo.

Pese a que se observa una contención en el número de usuarios nuevos, los casos que atiende la Casa Caridad se van haciendo crónicos con el paso de los meses a consecuencia de la situación socioeconómica. “El 38% de nuestros usuarios tienen entre 41 y 65 años, son parados de larga duración que todavía no pueden optar a una residencia pública de tercera edad. Se encuentran ante un panorama poco esperanzador, ya que sus posibilidades de inserción en el mercado laboral son muy escasas y necesitan durante más tiempo de nuestros servicios”, apunta Luis Miralles, vicepresidente de Asuntos Sociales de Casa Caridad. Casi el 40% son casos de entre 18 a 40 años.

El progresivo alejamiento de sus vínculos familiares y sociales por parte de estas personas provoca un aislamiento que repercute en su estado de ánimo y en la pérdida de hábitos y normas sociales establecidas. “Observamos cómo nuestros usuarios se encuentran en peores condiciones tanto físicas como psíquicas. Se trata de personas sin lazos familiares ni sociales, con grandes problemas de autoestima y a quienes los problemas económicos y personales les han provocado, en muchas ocasiones, problemas psicológicos”, advierte Luis Miralles.

Junto a los tres comedores sociales, Casa Caridad también dispensa alimento a los niños que acuden a sus escuelas infantiles: una en Valencia y dos en Torrent. En total, más de 250 menores comen en las distintas instalaciones de Casa Caridad. En estos centros los niños reciben una alimentación completa y saludable dado que desde Casa Caridad se realiza un pormenorizado estudio nutricional y calórico para que los menores cuenten con una dieta completa y equilibrada.

Puedes colaborar con Casa Caridad haciéndote socio desde 10 euros al mes. También realizando algún donativo puntual, económico o en especie, o como voluntario. Ellos te necesitan.
Más información: Casa Caridad Valencia

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