Si estamos en casa con un infectado por Covid-19 y
necesitamos llevar mascarilla y guantes, es necesario seguir el protocolo para
que su uso resulte de utilidad.
En primer lugar y antes de ponerse una mascarilla, es imprescindible desinfectarse bien las
manos utilizando un desinfectante a base de alcohol o lavándoselas
con agua y jabón. Una vez tenemos las manos limpias, cogemos la mascarilla y
nos cubrimos la nariz y la boca con ella y aseguramos que no queda espacio libre entre la
mascarilla y la cara.
Es importante evitar
tocarla mientras la llevamos puesta, y si lo hacemos, nos
desinfectaremos inmediatamente las manos. Debe cambiarse cuando esté húmeda y, en ningún
caso, reutilizar las que son de un solo uso. Hay que quitársela por detrás, sin
tocar la parte delantera, desecharla inmediatamente en un recipiente cerrado y, a
continuación, lavarse bien las manos de nuevo.
Respecto a los guantes, la OMS insiste en que lavarse las
manos con frecuencia proporciona más protección frente al contagio del Covid-19
que usar guantes de goma. El hecho de llevarlos puestos no impide el contagio,
ya que si uno se toca la cara mientras los lleva, la contaminación pasa del
guante a la cara y puede causar la
infección.
Aun así, si tenemos que utilizarlos por el motivo que sea,
también se requiere un protocolo específico, concretamente para quitárselos, ya
que si no lo hacemos correctamente las manos limpias entrarán en contacto con la superficie contaminada y
no habrán servido de nada. La forma correcta de quitarnos los guantes es pellizcar la parte inferior de uno de ellos y
tirar hacia el exterior. Lo recogemos con la mano protegida e introducimos dos
dedos —ya sin guantes— en el interior del otro que nos queda puesto. Lo
retiramos tocando solo la parte interna e, inmediatamente, los tiramos a una
bolsa cerrada. Y, de nuevo, nos lavaremos bien las manos.
COLOCAR MASCARILLA
QUITAR GUANTES
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