La situación de confinamiento puede generar muchas dudas,
angustia e incertidumbre, especialmente para las personas que están en el foco de la
vulnerabilidad de la enfermedad y que además tienen la red relacional muy
reducida, tal y como sucede con las personas mayores que acompañamos
todo el año en nuestra lucha contra la soledad. Mantener y enriquecer los
vínculos de confianza es nuestra prioridad en estos momentos de crisis, y ante
el aislamiento que experimentamos, el
teléfono se ha convertido en el gran aliado para llevar a cabo nuestra acción
social.
Dure lo que dure esta situación, esto lo superamos junto a
las personas mayores, nutriéndonos de sus consejos, compartiendo momentos de
distracción, intercambiando inquietudes, contrastando información útil, riendo,
escuchando...
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